Quiero recomenzar hoy lo que una vez hice... a colocar todos los días una frase, un pensamiento... o algo que nos sirva para reflexionar. Para ello, les dejo hoy lo siguiente:
Si
hubiera un banco que acreditara en la cuenta de usted 86.400 monedas cada mañana;
que no transfiriera el saldo disponible de un día al siguiente, no le
permitiera conservar efectivo y al final del día cancelara la parte de esa cantidad
que usted no hubiera usado, ¿Qué haría?
Por
supuesto, sacar cada día hasta el último centavo y aprovechar todo el dinero.
Pues bien, tal banco existe: se llama
Tiempo.
Cada día, le acredita 86.400 segundos y cada noche da por
definitivamente perdidos cuantos haya dejado de emplear provechosamente. Nunca
transfiere los saldos, ni permite que usted se sobregire.
Cuando no usa lo disponible ese día, el único
que pierde es usted. No existe recuperación de fondos. Tampoco es posible girar
cheques sobre la mañana.
De cada
persona depende invertir este precioso caudal de horas, minutos y segundos para
obtener los máximos dividendos en cuanto a salud, felicidad y éxito.
– Del libro “Un
regalo excepcional"–
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