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Me lo regalaron... Tiene su magia |
El Lucky Bamboo se considera dentro del Feng Shui, como un amuleto de la
buena suerte. Existe la creencia que el color verde sumado a la forma y a
la estructura del Lucky Bambú atrae fuertemente la buena fortuna y la
prosperidad. Por otra lado el Lucky Bamboo es una de las plantas más
recomendadas por parte de los maestros y practicantes del Feng Shui para
generar y provocar que los flujos de la buena energía transiten a lo
largo y ancho del ambiente en el cual se encuentra, y una de las
propiedades que lo caracteriza es que crea un espacio en el cual, la
mayoría de las personas se siente completamente en armonía y
tranquilidad.
El cuidado del Lucky Bamboo es muy sencillo. Todo lo que se debe hacer es
ponerle agua limpia periódicamente para evitar que se seque.
Una pequeña planta de bambú en interiores se considera afortunado
en feng shui cuando se representan todos los cinco elementos del feng
shui, que son:
Madera - el bambú propio
Tierra - las rocas en el fondo del bambú o las macetas de cerámica o barro
Agua - el agua el bambú
Fuego - mayoría macetas generalmente tienen un lazo rojo vinculado a ellos
Metal - La monedita atada a la cinta roja.
El Bambú de la suerte es de origen tailandés y tiene su historia:
Cuenta la leyenda que una mañana de verano,
un campesino se topó con una niña muy pequeña dentro de una enorme caña de bambú;
teniendo en cuenta la sorpresa que esto le genero, el campesino no sabía bien que podía hacer
con la niña, hasta que decidió al fin llevársela a su casa y criarla como si fuera su propia hija.
Al crecer, esta pequeña niña se transformó en la jovencita más hermosa y dulce del país,
razón por la cual todos los jóvenes apuestos del lugar cayeron rendidos a sus pies.
Debido a que la joven era verdaderamente bella, se dice que de tanta belleza tampoco pudo huir
quien era en ese entonces el emperador, y el mismo decidió expresarlo pidiendo la mano de la joven
en matrimonio.
La misma, le mandó una carta en forma de réplica a su pedido al emperador, y ella le manifestaba
el honor que sentía al ser objeto de su amor, pero que con todo su amor rechazaba la proposición
de matrimonio, alegando que era necesario volver al mundo al que pertenecía. Después de leer la carta,
el emperador, la quemó en la cima del monte Fuji-Yama en donde las nubes de humo provocadas
por ello han permanecido en ese lugar para siempre en representación de la humildad, modestia
y longevidad de la niña del bamboo de la suerte, y hoy por hoy este hecho es un emblema
de la paz y la serenidad.